El equipo que integra el laboratorio para el análisis de la marcha en el Instituto está integrado por fisioterapeutas especializadas, ingenieros, médicos ortopedistas y fisiatras y una secretaria.

Las fisioterapeutas desempeñan varias funciones. En primer lugar, realizan el interrogatorio y un examen físico neurológico y ortopédico completo del paciente, y tabulan la información obtenida en una base de datos diseñada para recopilar toda la información que se considera relevante para el estudio de la cojera. Adicionalmente instrumentan al paciente, es decir, lo preparan para registrar los datos que describen su marcha colocando sobre la piel algunos marcadores que serán identificados por cámaras instaladas alrededor de la pista, además de colocarle al paciente los equipos que registran la actividad muscular con electromiografía, finalmente, guían al paciente por la pista mientras los datos son capturados.

Los ingenieros se encargan de manejar los equipos que capturan y registran la información que describe la marcha. Además, están involucrados en los proyectos de desarrollo e investigación del Laboratorio.

Todos los datos que se obtienen en el examen deben ser interpretados para llegar a la identificación de las alteraciones que causan la cojera y a la propuesta del tratamiento.  De esto se encarga un cuerpo médico, conformado por ortopedistas infantiles y fisiatras con experiencia en el análisis de la marcha humana.

Los equipos del laboratorio capturan de manera gráfica la forma como camina el paciente.  La información más importante, aunque no la única, es el registro de la cinemática articular, la cinética articular, la electromiografía y el registro de presiones plantares.

-La cinemática articular se obtiene a partir de los marcadores que se adhieren a la piel del paciente, que son identificados por ocho cámaras instaladas alrededor de la pista. Lo que se obtiene es el registro en gráficas del movimiento del tronco, la pelvis, las caderas, las rodillas, tobillos y pies del paciente en los tres planos.